Definición
Los textos escolares forman parte del conjunto de materiales educativos que apoyan los procesos de enseñanza aprendizaje en las distintas áreas del conocimiento. El término escolar proviene del latín tardío scholāris que, dicho de un instrumento educativo: está pensado, en su contenido y en su metodología, para facilitar su comprensión a los alumnos.
De acuerdo con el Decreto 1860 de 1996 del MEN el texto escolar: “Debe cumplir la función de complemento del trabajo pedagógico y guiar o encauzar al estudiante en la práctica de la experimentación y de la observación, apartándolo de la simple repetición memorística”.
Los textos dan cuenta de un modelo didáctico en el tratamiento de una disciplina, muestran en forma explícita e implícita los cambios pedagógicos que se van sucediendo en el país, por eso es importante propender por su actualización permanente y su adecuación al contexto nacional y local. La organización lógica, coherente, progresiva, la calidad de los resúmenes, la pertinencia de la documentación e información, lo estético de su diseño, la riqueza de sus ilustraciones, la abundancia de los ejercicios, son características del texto escolar, que lo hacen importante en la labor pedagógica.
Estructura
Un texto puede tener distintas estructuras didácticas: capítulos, unidades, proyectos; incluye contenidos informativos y/o literarios, objetivos, actividades explicaciones, evaluaciones, dibujos, gráficos y mapas, preguntas que buscan suscitar el interés del alumno, actividades para facilitar la comprensión. Estas características conforman su identidad especial dentro de la gama de los libros que circulan en el campo educativo.
Los textos escolares son una entrada a la información necesaria para construir saberes, por eso no se deben tomar como único material didáctico en el aula, puede ser el punto de inicio, pero nunca el de llegada del conocimiento, así lo afirma Ana González: “El texto no debe ser el punto de llegada sino el punto de partida, no debe terminar con unos datos sino empezar o continuar la construcción de un conocimiento. Así, ha de tener estructura que ayude a los maestros y maestras a elaborar sus propias situaciones de aprendizaje, que los oriente para encontrar caminos, métodos y técnicas y, sobre todo, que les muestre que hay muchas posibilidades de ampliar los conocimientos y experiencias tanto en la vida misma como en los libros y otros vehículos de la información y la expresión” (El texto escolar y su uso).