Diplomado
Cómo escribir en lenguaje claro

Normas ortográficas

Objetivo

Al finalizar el tema el estudiante hará uso de forma apropiada de las normas ortográficas del español general, en la producción de textos escritos en lenguaje claro.

Actividad de sensibilización y exploración

Diríjase a la plataforma y desarrolle las actividades propuestas, que buscan explorar los conocimientos que tiene sobre el tema que se va a tratar.

Aproximación conceptual

De acuerdo con la Real Academia Española “La correcta escritura, el buen uso del léxico y el dominio de las reglas gramaticales constituyen los tres pilares que regula la norma de una lengua. Por ello, los objetivos académicos, renovados constantemente a lo largo de los siglos, se han concentrado en tres publicaciones emblemáticas: la Ortografía, el Diccionario y la Gramática…”.

Entre los objetivos de la Real Academia Española está salvaguardar la unidad del idioma, con el fin de que las transformaciones que tiene la lengua a través del tiempo, en su constante adaptación al uso que hacen de ella los hablantes, no termine disgregando el sentido de unidad en el mundo panhispánico.

Para el desarrollo de esta unidad, nos acogemos como referente principal a los objetivos y propósitos de la Academia de la Lengua Española, como institución que coordina, orienta y establece los principios reguladores del uso de la lengua, en unión con las demás academias asociadas de cada uno de los países del mundo panhispánico.

Además, hemos considerado otras fuentes de académicos consagrados al estudio de la lengua y sus normas, que conllevan a establecer los conceptos para la producción de textos escritos.

1. Ortografía e importancia

La palabra ortografía procede del latín orthographĭa y este del griego ὀρθογραφία orthographía. Se divide en dos partes orto-, prefijo que significa ‘correcto o recto’ y -grafía, sufijo que significa ‘escritura, expresión o reproducción gráfica’.

“… La importancia otorgada al código ortográfico aparece ya en el discurso proemial de la Orthographía de la lengua castellana incluido en el primer tomo del Diccionario de autoridades (1726): «Una de las principales calidades, que no solo adornan, sino componen cualquier idioma, es la ortografía, porque sin ella no se puede comprender bien lo que se escribe, ni se puede percibir con la claridad conveniente lo que se quiere dar a entender” (RAE, Ortografía española, 2010).

La lengua, definida como un sistema convencional, establece normas para su uso, precisamente para reservar la unidad de la misma, particularmente en la lengua escrita. Según el acuerdo social, cada palabra debe escribirse de una manera determinada para que sea aceptada como “correcta” por los usuarios del sistema lingüístico; de no ser así, se incurre en un error ortográfico. Esta forma de escribir según la norma es lo que se conoce como ortografía.

En el Diccionario de la Real Academia Española, la palabra ortografía tiene tres acepciones, para el caso tomamos dos:

  1. conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua y

  2. forma correcta de escribir respetando las normas de la ortografía.

La ortografía es la manera de hacer evidente los sonidos de la lengua, conocidos como fonemas, a través de signos gráficos, llamados letras; sin embargo, en algunos casos se presenta disparidad entre los fonemas o “sonidos ideales”, aceptados por todos, hecho que se refleja en la escritura.

¿Pero a qué se debe esta falta de correspondencia? Especialmente al cambio que han sufrido los sonidos (fonemas) desde la creación de la lengua (hace ya más de trece siglos). Algunos han sido siempre los mismos, otros cambiaron debido a que fueron confundidos con otros parecidos, otros vieron cambiada su articulación por otra, etc. Se ampliará este tema en el siguiente apartado en el que se aclara la diferencia entre letra y fonema.

Esta situación se ha resuelto algunas veces por medio del sentido común de los usuarios de la lengua, otras veces, la Real Academia Española, en consonancia con las demás academias de la lengua de los países hispanohablantes, han creado manuales, diccionarios y libros en los que proponen las normas ortográficas, como forma correcta de escribir la lengua, con el fin de mantener su unidad y se escriba un español “general” que se entienda a nivel global, este hecho no implica que se interfiera con la variedad propia de cada uno de los países que hablan español.

La importancia de la ortografía radica principalmente en los argumentos expuestos en líneas anteriores, el mantener la unidad de la lengua como la manera de preservarla de forma escrita, no se trata de evitar que cambie, ya que como también se ha explicado, esto es imposible, gracias al ritmo de la historia y de la vida de los hablantes en consonancia con las sociedades y los cambios tecnológicos, económicos, políticos y culturales que traen consigo nuevas formas de interacción y comunicación.

2. La letra y el fonema

La letra es la unidad mínima de la lengua escrita, la palabra viene del latín littĕra y hace referencia a cada uno de los signos gráficos que componen el alfabeto de una lengua. El alfabeto del español está conformado por veintisiete (27) letras (a, b, c, ch, d, e, f, g, h, i, j, k, l, ll, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z). Cabe destacar que desde hace algunos años la Real Academia Española decidió considerar la ch y la ll como dígrafos (prefijo di- ‘dos’), para este caso dos rasgos, dos signos, dos letras de manera que se presentan integradas a las letras c y l, respectivamente, lo que no significa que se hayan perdido. Como lo asegura la Academia: “Estos signos dobles seguirán utilizándose como hasta ahora en la escritura de las palabras españolas: el dígrafo ch en representación del fonema /ch/ (chico [chíko]) y el dígrafo ll en representación del fonema /ll/ o, para hablantes yeístas, del fonema /y/ (calle [kálle, káye]). La novedad consiste, simplemente, en que dejan de contarse entre las letras del abecedario. Al tratarse de combinaciones de dos letras, las palabras que comienzan por estos dígrafos o que los contienen no se alfabetizan aparte, sino en los lugares que les corresponden dentro de la c y de la l, respectivamente.

La decisión de adoptar el orden alfabético latino universal se tomó en el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española, celebrado en 1994, y viene aplicándose desde entonces en todas las obras académicas.” (Novedades de la edición de la Ortografía de la lengua española - 2010).

En cuanto al fonema, la palabra viene del griego φώνημα phṓnēma 'sonido de la voz'. y se compone del sufijo –ma y de la raíz foné (sonido). En el alfabeto normal, las letras intentan representar los fonemas o sonidos. Por ejemplo, para algunos fonemas existen varias letras diferentes, otras veces pasa que una misma letra representa distintos fonemas o también, que una letra representa dos fonemas o un solo fonema es representado por la unión de dos letras (Seco, 1998, p. 77).

Veamos los casos, en los que el sonido no se ajuste a la forma gráfica (letra), en el siguiente cuadro:

Caso

Fonemas

Letras

Ejemplos

Fonemas que pueden ser representados por letras diferentes

/b/

b, v

sabe /sabe/; nave /nave/

/θ/

c (ante e, i); z

recé / ̄reθé/; rezaste /̄reθáste/

/k/

c (ante a, o, u o consonante);

casa /kása/; cosa /kósa/; crema /kréma/

qu (ante e, i); k

quema /kéma/; quita /kíta/; kilo /kílo/

/g/

g (ante a, o, u o consonante); gu (ante e, i)

garra /gá ̄ra/; gorra (gó ̄ra); guerra /gé ̄ra/; seguí /segí/

/x/

g (ante e, i); j

cirugía /θiruxía/; cirujano /θiruxáno/

/i/

i, y

patinando /patinándo/; cal y canto /kálikánto/

/s/

S; x (solo ante consonante)

estrecho /estréĉo/; extremo /estrémo/

/̄r/

R; rr (solo entre vocales)

rabo /rabo/; barro /bá ̄ro/

Fonemas diferentes que son representados por una misma letra

/θ/, /k/

c

cesar /θesár/; casar /kasár/

/g/, /x/

g

goma /góma/; gimo /xímo/

/i/, /y/

y

buey /buéi/; bueyes /buéyes/

/r/, /̄r/

r

mira /míra/; risa /̄rísa/

Suma de dos fonemas, representada por una sola letra.

/k + s/

x

examen /eksámen/; reláx /̄reláks/

Fonemas simples, representados por la unión de dos letras.

/˯l/

ll

calle /ká˯le/

/̄r/

rr (entre vocales)

barro /bá ̄ro/

/ĉ/

ch

pecho /péĉo/

/k/

qu (ante e, i)

queso /késo/; quiso /kíso/

/g/

gu (ante e, i)

guerra /gé ̄ra/; seguí /segí/

3. La sílaba

La sílaba es una unidad menor, que se constituye por medio de fonemas que al unirse son portadores de significado, se manifiesta a través de las vocales. Se puede afirmar que donde hay una vocal hay una sílaba. La vocal no aparece sola, sino que está unidad a una o a dos consonantes.

Ejemplo:

En la palabra ayudes: Hay tres vocales, /a/ /u/ /e/: Entre la primera y la segunda hay una consonante, otra entre la segunda y otra después de la tercera vocal.

Entonces: ¿A quién se une /y/ y /d/, a la vocal que le precede o a la que le sigue? A las dos, cada consonante va anclada tanto a la vocal que está antes como a la que aparece después.

Las vocales son los fonemas más perceptibles de la lengua y las consonantes son las que marcan la separación entre las sílabas. Sin embargo, en el español, la consonante que marca la sílaba es la que le sigue a la vocal. Veamos, como queda la división silábica de la palabra ayudes:

Ayudes: /a-yu-des/

La división sílaba tiene unos criterios generales, que se explican a continuación:

Criterio

Ejemplo

No deben separarse letras pertenecientes a la misma sílaba.

pues-to; cau-di-llo

Todas las sílabas deben contener al menos una vocal.

cons-tan-te; per-so-na

Toda consonante que se encuentre en el inicio de una palabra, forma sílaba con la siguiente vocal.

pa-sar; sa-lu-do; vi-sual

Toda consonante que esté ubicada al final de la palabra formará sílaba con la vocal anterior.

ca-sas; sa-ber; ár-bol

Una consonante en posición intervocálica forma sílaba con la vocal posterior.

rá-pi-do, se-ve-ro, ca-sa

Si son dos las consonantes en posición intervocálica (siempre y cuando estas no constituyan un dígrafo), entonces pueden darse dos casos:

  1. Los grupos consonánticos pr, br, tr, dr, cr, kr, gr, fr, pl, bl, cl, kl, gl, fl, formarán sílaba con la vocal a continuación (ejemplo a).

  2. La secuencia tl, en cambio, presenta una situación excepcional: por un lado, en la mayor parte de los países hispanohablantes se pronuncia en una misma sílaba, (ejemplo b), mientras que en España y algunos países de América se pronuncia en sílabas distintas (ejemplo c).

  1. co-bro; a-crós-ti-co; a-gru-par; a-glo-me-ra-ción

  2. a-tle-ta

  3. at-le-ta

Si son tres las consonantes que aparecen en posición intervocálica, las dos primeras se pronunciarán en la misma sílaba junto con la vocal anterior, siendo que la tercera formará sílaba con la vocal posterior.

ins-tin-to, pers-pec-ti-va

Si son cuatro las consonantes que se encuentran entre vocales, las dos primeras formarán sílaba con la vocal anterior, mientras que las dos últimas se unirán a la vocal siguiente.

cons-truir, ins-truir

Otro aspecto importante en la división silábica, es que según la fuerza del tono en que se emiten, se clasifican en:

  • fuertes: a - e - o

  • débiles: iu

Las sílabas se combinan generalmente con dos o más vocales y se clasifican en:

 

Fonética

Estructura

Ejemplo

Diptongo: Unión de dos vocales en una misma sílaba.

Se emite en un solo golpe de voz

Se forma de la unión de una vocal débil y una fuerte (ia, ie, io, ua, ue, uo) o entre una fuerte y una débil (ai, au, ei, eu, oi, ou) o dos débiles (iu,ui).

aire: /ai/ /re/

huevo: /hue/ /vo/

peine: ei/ /ne/

secretaria: /se/ /cre/ /ta/ /ria/

boina; /boi/ /na/

ciudad: /ciu/ /dad/

cuidado: /cui//da//do/

Triptongo: Unión de tres vocales en una misma sílaba.

Se emiten un solo golpe de voz

Se forma de la unión de una vocal débil (i-u) + una vocal fuerte (a-e-o) + una débil.

Confiáis: con-fiáis

guiais: guiais

apreciáis: a-pre-ciáis

buey: buey

Hiato: Unión de dos vocales fuertes que van unidas en la palabra y forma dos sílabas diferentes.

Se emiten en dos golpes de voz

Se forma de dos vocales fuertes o entre una fuerte y una débil acentuada que toma el carácter de fuerte, que se separa en la palabra como una sílaba independiente.

poseer: /po//se//er/

golpear: gol/pe/ar

alcohol: /al/ /co/ /hol/

río: ///o/

Raúl: /Ra//úl/

secretaría: /se//cre//ta////a/

4. El acento y su representación gráfica (tilde)

El acento se reconoce como la intensidad mayor que tienen determinadas sílabas según la intensidad, todas se dividen en sílabas con acento (o acentuadas o tónicas) y sílabas sin acento (o inacentuadas o átonas).

Por tanto, el acento tiene relación con el sentido de la frase, que influye en el significado a la hora de expresar una idea en un texto escrito, veamos algunos ejemplos de palabras en las que cambia el sentido de la frase según el acento:

  • Juan toma una taza de -Te amaré por siempre

  • Yo tomé un litro de jugo - Juan jugó mucho

  • Él no quiere a su tía - El primo de Juan es bueno

En el momento de acentuar las palabras, hay que tener en cuenta algunos criterios:

Recuerde

  • Todas las palabras de más de dos sílabas tienen acento (tónico).

  • No todas las palabras llevan acento ortográfico (tilde).

  • Las palabras monosílabas no llevan tilde, si no tienen un homónimo.

  • Las palabras se clasifican en: agudas, graves, esdrújulas o sobreesdrújulas.

Agudas

Graves

Esdrújulas

Sobreesdrújulas

Llevan en acento en la última sílaba. Se les marca tilde cuando terminan en vocal, n o en s.

Llevan en acento en la penúltima sílaba. Se les marca tilde cuando no terminan ni en vocal, ni n ni s.

Llevan el acento en la antepenúltima sílaba. Siempre se marca la tilde.

Llevan el acento en la anterior a la antepenúltima sílaba. Siempre se marca la tilde.

Ejemplos:

café (acento ortográfico)

libertad (acento tónico)

Ejemplos:

lápiz (acento gráfico); familia (acento tónico)

Ejemplos:

Clínica
Mecánico

Ejemplos:

Últimamente
Dígamelo

5. La tilde (´)

La tilde es el signo gráfico que sirve para marcar el acento o mayor intensidad de la voz, el uso de la tilde se convirtió en una norma para los usuarios de la lengua española, la Real Academia Española, la define como acento ( ‖ signo ortográfico español). Raúl se escribe con tilde en la u.

Como hemos visto, no a todas las palabras se le marca la tilde, aunque tenga acento, todo depende de si se definen, según la clasificación y de acuerdo con la norma, en: agudas, graves, esdrújulas o sobreesdrújulas. A la tilde también se le suele llamar, acento ortográfico.

6. Las normas ortográficas

Las reglas ortográficas son las normas que se fijan para el uso de las letras y los signos de puntuación en la escritura. Es un sistema creado por convención entre los usuarios de la lengua.

Estas reglas o principios se encuentran formalizados y son transmitidos a través de: gramáticas, diccionarios, manuales y libros de textos (usados en las escuelas, colegios y universidades para la instrucción formal).

Vimos anteriormente que las palabras no concuerdan con los fonemas, por lo que cada hablante, como usuario de la lengua, debe prestar atención a las normas que se han establecido para el correcto uso en los textos escritos. Aunque, se sabe que el aprendizaje de las normas ortográficas se aprende por el contacto directo a través de la práctica regular de la lectura y la escritura.

Algunas de las normas básicas de ortografía se presentan a continuación:

Se escriben con…

Regla

b

  • Las palabras que empiezan por al; menos: Álvaro - alvéolo - altavoz - altivez, como: albañil, alboroto.

  • Las palabras que empiezan por es, menos: esclavo - esclavina - esclavitud, como: esbelto, escarbar.

  • Las palabras que empiezan por ab - ob, como: abdicar, objeto.

  • Las palabras que empiezan por bu - bur - bus, como: bujía, burbuja, busto.

  • Las palabras que empiezan por bien, menos: Viena -viento - vientre, como: bienvenido, bienestar.

  • Las palabras que terminan en bilidad, menos: movilidad - civilidad, como posibilidad.

  • Las palabras que terminan en bundo - bunda, como: meditabundo, moribunda.

  • Las palabras que terminan en probar, como: aprobar, comprobar.

  • Las terminaciones del pretérito imperfecto del indicativo de los verbos, que en infinitivo terminan en -ar, y también el mismo tiempo del verbo ir (iba - ibas - iba - íbamos - ibais - iban), como: amaba, rezábamos, llorabais, iban.

h

  • Las palabras que empiezan por hipo-hidro - hiper, como: hipócrita - hidrógeno - hipérbola.

  • Las palabras que empiezan por hue - hui - hia - hie, como: hueco - huida - hiato - hielo.

  • Las palabras que empiezan por hu más m más vocal, como: humedad - humano.

  • Todos los tiempos de los verbos haber, hacer, hablar, hallar y habitar, como: hubo - hago - hallo - hablo - hábito.

g

  • Las palabras que empiezan por in, menos: injerto - injertar, como: indígena - ingeniero.

  • Las palabras que empiezan por gen, menos: Jenaro - jenable - jengibre, como: genio - gente.

  • Las palabras que terminan en gengente, menos: comején - jején, como: imagen - urgente.

  • Las palabras que terminan en ger - girigerar; menos: mujer - tejer - crujir - desquijerar, como: proteger - afligir - aligerar.

j

  • Las palabras que empiezan por ajeeje; menos: agencia, agenda, agente, como: ajedrez, ejercer.

  • Las palabras que terminan en ajeeje; menos: protege, como: coraje, hereje.

  • Las palabras que terminan en jero - jerajeria; menos: aligero-flamígero-belígero-ligero.

  • Las palabras que terminan en jear, como: canjear - cojear.

m

Al final de sílaba cuando la sílaba siguiente empieza por na, ne, ni, no, como: columna - alumno - solemne – amnesia; excepto perenne y las palabras con los prefijos en - in - con - sin, como: ennoblecer, innovar, connatural, sinnúmero.

v

  • Las palabras que empiezan por di; excepto dibujo - dibujar - dibujante, como: divino, diversión.

  • Las palabras que empiezan por vice-villa; excepto billar - bíceps, como: ,viceversa, villanía.

  • Las palabras que empiezan por ad, como: adverbio, adversario.

  • Las palabras que empiezan por lla - lle - llo - llu, como: llave, llevar, llover, lluvia.

  • Las palabras que empiezan por pre - pri - pro - pol, excepto prebenda - probar - probeta - probo, como: prevenir, privar, provecho, polvo.

  • Las palabras que terminan en venir, como: convenir, prevenir.

  • Las palabras que terminan en tivo - tiva - tivamente, como: caritativo, activa, positivamente.

  • Las palabras que terminan en ava - ave- avo; eva - eve - evo; iva - ive - ivo, excepto haba, jarabe, cabo; prueba, debe, sebo; arriba, caribe, recibo, y algunas más.

x

Las palabras que empiezan por extra, excepto: estrada – estrafalario, estragar, estrangular – estratagema, estraza, como: extraem>ño - extravío.

Delante de las sílabas pla - ple - pliplo - pre - pri - pro, excepto esplendor y espliego, como: explotar, expresar, exprimir.

z

Palabras que terminan en -sivo como intensivo o antidepresivo, con algunas excepciones como nocivo y lascivo. La letra z, se utiliza cuando las palabras terminan en -azo, como balazo. También con sustantivos como -ez, -eza, como gentileza-naturaleza-validez.

Dígrafos

ll

  • Las palabras que empiezan por fa - fo - fu, como: falleba - folleto - fullería.

  • Las palabras que terminan en illo - illa, como: ovillo - pastilla.

ch

En representación del fonema /ch/, como en: chabacano, chaleco, chocolate.

Reflexión a partir de los contenidos

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Información adicional que complementa los contenidos presentados.

  • La c con una coma o virgulilla en su curva inferior (ç) es la letra llamada cedilla (o ce con cedilla). Se usó antiguamente para el sonido sordo (plaça) semejante y opuesto al de la antigua z sonora (vezino). Hoy se emplea para transcribir textos con ortografía antigua.

  • Antiguamente se usaba la q ante las vocales a, o, interponiendo la letra u, que se pronunciaba como tal: quando, quatro, etc. En las combinaciones que, qui, sobre la u se escribía diéresis para indicar que debía pronunciarse. Por ejemplo: qüestión.

  • La representación escrita de este fonema palatal, que no existía en latín, conoció en nuestra lengua múltiples vicisitudes gráficas. Fue representado antiguamente por g, gg, ci, etc., hasta que, por influencia transpirenaica, quedó fijado en el dígrafo ch, que los escribas franceses venían utilizando desde los primeros textos literarios.

  • La confluencia de g y j para representar el fonema fricativo velar sordo ante las vocales e, i ha originado la frecuente vacilación ortográfica entre estas letras, porque imperó el criterio etimológico sobre el fónico. Así, se escribieron con g aquellas palabras que la tenían en latín, como gemelo, ingerir o gigante, que proceden de las latinas gemellu(m), ingerere y gigante(m), y con j aquellas que no tenían g en su origen, como mujer, injerir o jeringa, procedentes de muliere(m), inserere o siringa(m).

  • La ortografía española no ha seguido pautas fijas en cuanto a la conservación o supresión de la letra h.La mantuvo, por regla general, en aquellas voces que tenían en su origen h latina, espíritu áspero griego o aspiración germánica o árabe. Este es el caso, por ejemplo, de haber, habilitar, hebreo, herencia, hirsuto, hombre, hombro, honestidad, honor, horror, hoy, humilde, humor, procedentes del latín; hélice, helio, hedonista, del griego; hansa, del alemán; hálara, harén, alhaja, hasta, del árabe. También aparece la h en palabras procedentes de lenguas amerindias, como hamaca, hicaco, huasca; o del inglés, como hurra.

    Al contrario, el uso ha ido imponiendo en nuestra lengua la supresión de la h en palabras que originariamente la tenían. Así sucede, por ejemplo, con aborrecer, asta (‘cuerno’, ‘mástil’...), comprender, invierno, ora, aunque procedan de las latinas abhorrere, hasta, comprehendere, hibernum; endecasílabo, aunque en griego tenía espíritu áspero; ardido, arpa, alacena, aunque las originarias voces germánicas y árabes comenzaran con aspiración, etc.

    En otros casos, se mantiene la doble posibilidad en la escritura: alhelí/alelí, armonía/harmonía, arpía/harpía, etc. La Academia, con apoyo en los datos de sus archivos léxicos, prefiere, en los casos anteriores, la palabra que aparece en primer lugar de cada doblete, por ser más frecuente.

    Un segundo grupo de palabras que hoy se escriben con h es el de aquellas que proceden de voces latinas con f inicial, como haba, hacer, halcón, hambre, harina, haz, heder, heno, hermoso, hijo, hilo, hoja, hongo, humo, hundir o huso, que provienen de las latinas faba(m), facere, falcone(m), etc., y que en castellano antiguo llevaban también f. Esta pasó después a ser aspirada y finalmente enmudeció, aunque la h actual mantenga testimonio escrito de ella.